Conocí a
Siva Sakthi en mi segundo viaje a la India.
Es
impresionante estar en su presencia, a pesar de su silencio permanente y de su
andar sigiloso, la sientes entrar en la sala, puedes perfectamente seguir sus
movimientos con los ojos cerrados y ya cuando se para delante de ti te deja
indefensa y a través de sus mudras te da lo que necesitas.
Nunca
olvidaré la sensación que me obligó a enderezarme, caminar con la cabeza alta y
paso firme; esa fuerza me sigue acompañando y guiando mis pasos.
Gracias por
compartir tanta sabiduría.
Nyasa.
Sabiduría que tú nos transmites con esta entrada.
ResponderEliminarEs cierto que tiene que ser una mujer muy sabia, sus ojos hablan, hay tanta compasión en ellos...
un abrazo, Nyasa.